En primer lugar, yo tengo mi ubicación precisa desconectada y cuando la conecto por algún motivo, es una ubicación aproximada. Compartir nuestra ubicación en tiempo real o la dirección donde estamos viviendo es muy peligroso. No sabemos las intenciones de alguien que pueda estar interesado. No intercambiar imágenes o datos personales que pueden llevar a algún indeseable hasta vuestra vivienda.
Es peligroso publicar un dato personal tan crítico como es el número de teléfono. Hay que proteger nuestra intimidad mejor y escoger técnicas, se puede usar un número virtual en WhatsApp, de prepago o el correo electrónico. Siempre que sea algo que puedas desechar sin problemas. Un riesgo menor es que te lo pillen para enviarte publicad. Mucho más serio es que lo utilicen para acosarte telefónicamente. Los servicios premium mediante suscripción suponen un verdadero peligro para los usuarios. Cada mensaje recibido se cobra a precio de oro y podría disparar tu factura a final de mes. La suplantación de identidad es uno de los mayores peligros de internet y sobre todo ahora con la inteligencia artificial.
Puedo contaros una historia en Facebook sobre mi. Por primara vez accedía desde mi casa a internet, con un ordenador 486 allá por los 90 y para mi era algo alucinante, poder comunicarme con gente de todo el mucho, así que me cree una cuenta en Facebook. En teoría, nadie podía acceder a mis datos personales, la realidad es que gente indeseable accedió a mi número de teléfono de mí casa. Fui acosado brutalmente a todas horas por el día y la noche, gente que está enferma y su única satisfacción es acosar a la gente en las redes sociales o fuera. Me di de baja y nunca he vuelto a entrar en ninguna Red Social, tengo mi Web, mi Blog y soy feliz. Pasé unos meses muy malos, pensando que alguien podía aparecer por mi casa con malas intenciones. Gracias a Dios no fue así y lo primero que hice fue cambiarme de número de teléfono.