El obispo San Valero y su diácono San Vicente Mártir sufrieron persecución en Valencia, entre el 303 y comienzos del 304.
San Blas nació en Sebaste (actual Sivas) en Armenia, en la segunda mitad del siglo III. Médico de profesión, era muy apreciado en su ciudad. A la muerte del Obispo local fue elegido para sucederle. Fue perseguido por ser cristiano, torturado para obligarle a renunciar a su fe sin conseguirlo. Finalmente fue condenado a muerte por decapitación.
San Valero y San Vicente Mártir son dos santos venerados especialmente en la ciudad de Zaragoza, España, y están asociados tanto con el cristianismo temprano como con la historia de la iglesia local.
San Valero fue obispo de Zaragoza a finales del siglo III y principios del siglo IV. Se le recuerda por su firmeza en la fe y por haber sido un defensor del cristianismo en una época de persecución bajo el emperador Diocleciano. Aunque se sabe poco sobre su vida, la tradición lo describe como un hombre humilde y piadoso, que guio a su diócesis con prudencia y sabiduría.
Se dice que debido a las persecuciones, San Valero fue desterrado a Enate (en la actual Huesca) donde vivió sus últimos días. Zaragoza lo venera como su patrón, y su festividad se celebra el 29 de enero, conocido como el "Día de San Valero", una jornada festiva en la ciudad.
San Vicente Mártir fue diácono de San Valero y es uno de los mártires más venerados en España. Nacido en Huesca, fue arrestado junto con San Valero durante las persecuciones de Diocleciano. Mientras que a San Valero se le permitió exiliarse, San Vicente fue sometido a torturas por mantenerse firme en su fe.
San Vicente fue martirizado en Valencia, donde sufrió terribles tormentos antes de su muerte. Su valentía y resistencia lo convirtieron en un símbolo de fe para los cristianos de su tiempo. Su festividad también se celebra el 22 de enero.
San Valero y San Vicente están estrechamente vinculados en la tradición cristiana de Zaragoza. San Valero como obispo y San Vicente como su diácono representan el liderazgo y el servicio en la comunidad cristiana. Su veneración está profundamente arraigada en la identidad religiosa y cultural de Zaragoza, donde se les recuerda por su devoción y su sacrificio.
Por ser cristianos, fueron condenados a la máxima pena prevista en las leyes de aquel tiempo. San Valero fue deshonrado, despojado de todos sus bienes, y desterrado. San Vicente fue condenado y torturado hasta que finalmente murió el 22 de enero del 304. Se cuenta que donde se levanta la iglesia de San Valero y San Vicente Mr. en Russafa (Valencia) estuvo el destierro del Santo Obispo. También fue Russafa donde ocurrieron episodios significativos tras la muerte de San Vicente. La Parroquia guarda con amor la memoria de sus Santos Patrones. San Valero es el patrón del barrio de Russafa, mientras San Vicente mártir es el Patrón de la Ciudad y de la Diócesis de Valencia. Se celebra el día de San Vicente el 22 de enero, y el de San Valero el 29 de enero.
En cuando a San Blas. cuando lo conducían al martirio y delante de toda la ciudad, realizó uno de sus milagros más famosos. Una madre angustiada le acercó a su hijo que agonizaba con una espina atravesada en la garganta. San Blas lo curó y el niño se fue con su madre como si nunca hubiera tenido nada en la garganta. Tras su muerte en el año 316, se produjeron números prodigios y milagros. Es el abogado y protector contra todo mal de la garganta y su fiesta se celebra el 3 de febrero en la Real Parroquia de San Valero y San Vicente mártir de Valencia. Este día se venden una galletitas, que nuestras madres y abuelas nos han regalado desde niños para protegernos de cualquier mal de garganta. También esta iglesia es donde el rey moro firmó la rendición de la ciudad ante el rey cristiano Jaime I.