A principios del siglo XX, Valencia experimentó importantes transformaciones. La ciudad se modernizó y se convirtió en un centro industrial y comercial destacado en España. La expansión de la industria textil, el desarrollo del puerto y la mejora de las comunicaciones contribuyeron al crecimiento económico de la región.
En términos urbanísticos, se llevaron a cabo importantes proyectos, como la construcción del Mercado Central y la Estación del Norte, que embellecieron la ciudad. Además, se crearon nuevos espacios públicos, como el Jardín del Turia, que transformó el antiguo cauce del río en un amplio parque.
En el ámbito cultural, Valencia se convirtió en un importante centro intelectual y artístico. Surgieron instituciones y asociaciones culturales, y se fomentaron las artes, la literatura y la música. Destacaron figuras como el pintor Joaquín Sorolla y el escritor Vicente Blasco Ibáñez, quienes pusieron a Valencia en el mapa cultural de la época.
Una dura crisis económica en 1866 hizo cerrar muchos talleres y tiendas en Valencia y en septiembre de 1868 estalla al fin "la Gloriosa" Revolución. A diferencia de otras ciudades los revolucionarios valencianos no cometieron atropellos contra los religiosos y el arzobispo fue respetado. En septiembre de 1871 el rey Amadeo I hace una breve visita a la ciudad de Valencia, aunque esta no es muy favorable a la monarquía Amadeista.
Con la caída de Pi y Margall se propaga el alzamiento cantonalista, el Cantón Valenciano fue proclamado el 22 de julio de 1873 desde la casa vestuario sita frente a la catedral, con gran entusiasmo de la gente. El 26 de julio comienza el sitio de la ciudad, que resiste trece días, pero se rinde ante los horrores y los destrozos del bombardeo. En enero de 1874 el general Pavía da un golpe de estado y disuelve las cortes de la República y el 11 de enero de 1875 desembarca en Valencia Alfonso XII de paso hacia Madrid.
El derribo de la muralla favorece el enlace entre el núcleo de la ciudad y el Grau, la ronda de la muralla se convierte en la circunvalación de la ciudad y se inician las obras del Ensanche. El aumento de la población en 1900 fue importante debido sobre todo a la anexión de municipios de alrededor como Patraix, Beniferri, Benicalap, Ruzafa, etc. En la pintura destaca Joaquín Sorolla (1863-1923) y en la escultura Mariano Benlliure (1862-1947). Vicente Blasco Ibáñez escritor valenciano mundialmente reconocido encarnaba el republicanismo de la primera mitad del siglo XX. La neutralidad de España durante la I Guerra Mundial permitió hacer grandes negocios a aquellos que comerciaban con los países beligerantes. Pero en Valencia entre 1914-1918 el precio de la comida aumentó un 40% y un 60% mientras que los salarios no subieron hasta 1919-20.
La situación se tornó mucho más grave en 1917 con el bloqueo marítimo impuesto por Alemania, que supuso el colapso agrícola. La lucha de clases se agudizó después de 1917, había bombas, atentados personales y contraterrorismo. En septiembre de 1923 se implanta la Dictadura de Primo de Rivera. Ese mismo año Alfonso XIII y la reina Victoria Eugenia habían visitado Valencia para presidir la Coronación de la Virgen de los Desamparados. Blasco Ibáñez desde el exilio publicó en 1924 un violento panfleto contra el dictador y el rey. El Mercado Central se hacía todavía a base de paradas que se desmontaban al medio día, ya que el edificio nuevo de estilo modernista estaba todavía en obras (1910-28), también es modernista el Mercado de Colón (1914) y la Estación de Ferrocarriles del Norte.
En resumen, en los albores del siglo XX, Valencia experimentó un crecimiento económico y una modernización significativa, convirtiéndose en una ciudad industrial, comercial y culturalmente vibrante. Y en el año 1929, la Dictadura hace crisis y pierde el apoyo de la burguesía, en enero de ese mismo año, fracasa un golpe militar en Valencia y en 1930 cae la monarquía.