La Guerra de la Independencia, también conocida como la Guerra Peninsular, fue un conflicto armado que tuvo lugar en España y Portugal entre 1808 y 1814. Fue una consecuencia directa de la invasión de España por parte de las tropas francesas bajo el mando de Napoleón Bonaparte.
La guerra comenzó con la abdicación forzada del rey español Carlos IV y la instalación de su hijo, Fernando VII, como monarca títere bajo la influencia francesa. Sin embargo, esto generó una fuerte resistencia popular y una amplia oposición a la ocupación francesa en toda la península. La guerra se caracterizó por una combinación de enfrentamientos militares convencionales y una insurgencia popular, conocida como la Guerra de Guerrillas. Las guerrillas eran grupos irregulares formados por campesinos y patriotas que llevaban a cabo ataques sorpresa y emboscadas contra las tropas francesas.
La resistencia española y portuguesa en la Guerra de la Independencia tuvo un carácter nacionalista y patriótico. Se formaron juntas locales y regionales para coordinar la lucha contra los invasores franceses, y se crearon unidades militares regulares para combatir en el frente. La participación popular en la guerra fue crucial, con muchos españoles y portugueses unidos en la lucha por la independencia y en defensa de sus derechos y libertades. La guerra y la resistencia también tuvieron un fuerte componente ideológico y se asociaron con la defensa de la monarquía y la religión católica.
La guerra y la resistencia contra los franceses tuvieron un impacto significativo en la historia de España y Portugal. La retirada de las tropas francesas en 1814 llevó al restablecimiento de Fernando VII como monarca, pero también dejó una profunda huella en la sociedad y la política de la época. Además, la Guerra de la Independencia española inspiró movimientos revolucionarios y nacionalistas en otros países de Europa, y se convirtió en un símbolo de resistencia popular contra la ocupación extranjera.
Carlos IV y Fernando VII renuncian a sus derechos a la corona de España a favor de José Bonaparte, cuando esta noticia llega a Valencia y provoca manifestaciones de protesta entre el pueblo, entonces Vicente Doménech, un "Palleter", marcha hacia el mercado, llega a la casa donde se vendía el papel sellado habilitado por el gobierno francés y cogiendo un pliego y rompiéndolo dice "Un pobre Palleter le declara la guerra a Napoleón "viva Fernando VII y mueran los traidores".
Al día siguiente la plebe rebelándose, asaltó y tomó por las armas la ciudadela, el 25 de mayo fue constituida la "Junta Suprema de Gobierno del Reino de Valencia", la revolución había triunfado. Después de someter el Principado de Cataluña, el mariscal Suchet prepara formalmente el ataque al Reino de Valencia. Durante la ocupación francesa en la ciudad se producen cambios, en el solar del Palacio Real comienzan las obras del Jardín de los Viveros, la Alameda casi desaparecida fue replantada y se hizo la actual Glorieta.
Como consecuencia de la derrota de los franceses en Vitoria el 5 de julio de 1813, Suchet evacúa Valencia y se constituye un gobierno provincial presidido por el Marqués de Dos Aguas. El 16 de abril entra Fernando VII en Valencia donde recibe las mismas manifestaciones de alegría que en todas partes y el 4 de mayo también en Valencia firma secretamente el decreto que anula la Constitución de Cádiz. El nuevo arzobispo Simó López García que se hizo cargo de la Diócesis en 1824 restableció la Inquisición con el nombre de Junta de la Fe y en 1832 se inauguró el Teatro Principal.