Es triste que un valenciano se sienta mal viviendo en su propia ciudad: pero se ha convertido en una ciudad incómoda para vivir, es sucia, huele mal y se ha convertido en un territorio salvaje, donde los vacíos legales permiten el descontrol total y saltarse la ley está a la orden del día sin que pase nada. Está una visión muy particular de alguien nacido en esta ciudad y que ha vivido una época maravillosa, donde pasear por Valencia era un placer y ahora voy con miedo.