Según el diccionario, el irrespeto es lo opuesto al respeto. La palabra, como tal, designa la falta de respeto que se manifiesta hacia algo, alguien o a un colectivo.
El Ayuntamiento está intentando concienciar a los amos de perros que el “pipi destruye” pero no es suficiente, aquí vemos un ejemplo del daño que hace a las farolas el acido del pipi.
Esta es una zona dentro de los Jardines de Viveros de València más bonita y totalmente prohibida a los perros. Pero como vemos la falta de respeto es total por parte de estos impresentables. Y la falta de autoridad que ponga orden es total, es...una vergüenza.
El gasto de limpieza y de reparación de mobiliario urbano es enorme, por no hablar de la molestias y antihigiénico que son todos los excrementos. Muchos de los parásitos presentes en las heces de los perros actúan luego de que las heces permanecen bastante tiempo en el ambiente y pueden contagiar a humanos. Y como vemos en muchas ocasiones, los animales hacen sus cosas por todos los sitios menos donde toca.
Aquí vemos donde hacen sus necesidades las mascotas en los parques y jardines de València y la mayoría de los excrementos no se recogen. También se pasan por el arco del triunfo las señales de “Perros con cadena y Prohibido Perros”.
Estas imágenes demuestran los jardines en donde no se permite mascotas. Y las otras en donde todo el día andan sueltos los perros y acaban con todo. En uno, lo han arrasado tanto que solo se ve la tierra llena de excrementos. Y en la otra imagen, la hierba amarillenta hace prever que seguirá la misma suerte que el otro.
Los perros son descendientes de los lobos y como ellos durante los paseos por el barrio, marcan su territorio con frecuencia y esto genera un serio problema de salud y económico a las arcas municipales. Ya es hora que quien quiera una mascota que pague por ella y no cargar ese gasto a los ayuntamientos que al final somos todos los que pagamos los impuestos municipales. El gravamen irá destinado a sufragar la aplicación de la propia norma, con la que previsiblemente aumentarán los abandonos, y los gastos que soportan los ayuntamientos por el mantenimiento de los centros de acogida de animales abandonados o perdidos.
Una de las numerosas zonas acondicionadas para los animales, hay en todos los parques, jardines y barrios de València.
Para finalizar, pagar por tener un perro como mascota y limitar la cantidad de perros en una vivienda me parece que sería de lo más acertado. No es justo que todos tengamos que pagar de nuestros impuestos el mantenimiento de los centros de acogida de animales abandonados o los daños que ocasionan en el inmobiliario urbano, además, el peligro para nuestra salud por las heces y excrementos es evidente. Por lo tanto lo normal es pedir a las personas más responsabilidad a la hora de meter en casa una mascota, ya que una vez que se hacen grandes algunos impresentables se deshacen de ellos, y muchos se regalan entre particulares y ni tan siquiera llevan chips para identificar al propietario.
Raquel (viernes, 15 octubre 2021 11:09)
Me ha pasado una cosa surrealista. Me cruzó con dos chicas que llevan un perro y este se tira hacía mi ladrando. Le digo ¡CALLATE! Y las chicas se han ofendido de una manera que para mí solo tiene una explicación "tienen un problema sicológico" si hubiese sido un crío...pues vale, pero por un chucho asqueroso va y se ofenden. Ahora yo tampoco me callado....
Valencianot (miércoles, 15 septiembre 2021 01:38)
La nueva Ordenanza de Convivencia de Valencia obligará a los dueños de mascotas a recoger sus deposiciones y a limpiar con agua los restos. Así se recoge en el borrador de la futura norma municipal, desarrollado por el área de Protección Ciudadana que dirige el edil Aarón Cano. Este documento reserva dos capítulos para cuestiones de salud pública y salubridad y establece la prohibición de hacer necesidades fisiológicas en lugares públicos.
La futura ordenanza establecerá que los dueños de mascotas deberán velar para que sus animales realicen sus deposiciones en lugares habilitados al efecto, según ha podido saber Europa Press. Además, el texto recoge que si no fuese así hay obligación de recoger los excrementos en bolsas, depositarlas en contenedores o papeleras y limpiar con agua los orines.
Me parece perfecto y es lo que queremos los ciudadanos. Pero los dueños de las mascotas son unos impresentables incívicos, que se pasan la ley por la entrepierna. Mientras los Guardias Urbanos no vayan de paisano multando a diestro y siniestro, no habrá nada que hacer.
Porque ya hay leyes y no las respeta nadie y la prueba es esta entrada del blog.
Javier Soria (viernes, 03 septiembre 2021 12:37)
Hoy estaba oyendo una tertulia en una cadena de radio valenciana y hablaban en parte lo mismo que en este articulo. Y una cosa que desconocía es que desde que en el consistorio valenciano gobierna la coalición de izquierdas, hay 600 funcionarios más y 200 policías urbanos menos. En esa tertulia se hacía hincapié en el abandono de algunos barrios por parte del ayuntamiento, incluida la falta seguridad por qué no hay suficientes efectivos policiales.